Pólvora – Gustavo Azem Martínez
El cantante demostró en el VL por qué es uno de los más grandes de todos los tiempos del rock en español
Fito Paez es una joya de artista en vivo, en disco, en video, por donde quieras verlo y escucharlo. Por eso, la noticia de que estaría en vivo desde el Vive Latino 2024 fue uno de los rayos de esperanza más importante del cartel que se veía chato, pero tenía esta clase de sorpresas legendarias incluidas. Casi que ocultas.
La onda, ahora sí que ya te la sabes, carnal. Emoeizas el desfile de rolas con “El amor después del amor” y luego a ver qué hincados nos depara el destino. Es un tío bastante indescifrable, así como puede traer un set con sus mejores éxitos, a veces te poncha sus más recientes rolas y promociona sus nuevos discos a lo bastardo, y si no te las sabes, ya valiste madre. Te desconectas del toquín.
Por suerte, trae su disco de aniversario, que reversiones todas las de El Amor después del Amor de 1992, pero reinterpretados por artistas nuevos, de la próxima generación que abarrotará los estadios, que encabezará con letras grandotas el Vive Latino, así que desde el inicio se reventó lo mero bestial.
Primera parte, presentando EADDA9223, una reversión de las meras chidas
Y si no me crees o no estuviste ahí y Amazon te reventó en la cara la presentación, cortándola a media rola, igual y ni te enteraste que entre las versiones renovadas de los temas desfilaron por el escenario clásicos como “Dos días en la vida”, “11 y 6” o hasta “Tráfico por Katmandú”. Se aventó casi todo el disco.
Bastante disfrutables, de hecho. Las versiones del disco EADDA9223 (El Amor después del Amor 92-23) tienen una magia que no muchos discos pueden lograr. Porque llevaron a su máximo potencial esas canciones que ya son más que conocidas y probadas, pero que a veces ya nos parecían empolvadas y llenas de telerañas. Sobre todo cuando eres alguien como a Fito Paez, con cientos de discos bajo el brazo. Por eso fue muy grato escuchar esos temas que durante sus conciertos tenían que quedarse fuera.