LA NACIÓN – Guillermina Leudesdorf
Cada vez son más las personas que buscan conectarse con su niño interior y mostrar esa experiencia en las plataformas; la opinión de los especialistas
Agustina, de 31 años, juega con un globo en medio de otras personas. Lo lanza hacia arriba. Cuando vuelve a sus manos, repite la acción. Su amiga, Estefanía, de 29, se prepara para sumergirse en una pileta llena de pelotas de plástico transparentes, que simulan ser burbujas. Antes estuvo saltando en un inflable. “Nos autoregalamos esta experiencia para poder volver unos cuantos años atrás y disfrutar como niñas, sin prejuicios”, cuenta Agustina. Y Estefanía agrega: “Es como una regresión, poder jugar sin temor a que el de al lado te mire mal porque estamos todos en la misma: transportándonos a la infancia por unas horas”.
Pinchar globos para que estallen, hacer burbujas, deslizarse por toboganes, subirse a un carrito del supermercado, saltar en inflables son algunos de los típicos juegos de los más chicos. Sin embargo, hoy hay adultos que buscan volver a conectar con la niñez a través de estas actividades. Este nuevo fenómeno que se volvió viral en redes se denomina Kidulting. El ejemplo más cercano es la exposición Blow Up Experience, una muestra en La Rural inmersiva con un recorrido lúdico destinado a todas las edades: laberintos de cortinas de luces de colores, pisos de espejos, juegos de iluminación, superficies burbujeantes y malabares, entre otros.