FILO NEWS – Antonella Lopreato
Tres décadas no son nada. Fito Páez cerró su tour en conmemoración de los 30 años de «El amor después del amor», el álbum más vendido de la historia del rock argentino, con un show en el Estadio UNO de La Plata.
Lanzado en 1992 pero tan palpable en 2023. Pocos álbumes lograron capturar la esencia de una generación y resistir el paso del tiempo como lo hizo «El amor después del amor«. No hace falta ponerse a investigar números, ni cantidad de reproducciones: los 60 shows en conmemoración de sus treinta años son una prueba de ello. La inmortalidad del disco ya es un hecho. No importa cuánto tiempo haya pasado desde su debut, sigue siendo capaz de despertar en aquellos jóvenes, hoy adultos, las mismas emociones que en sus inicios. Con una perspectiva diferente pero, de seguro, igual de apasionada.
16 de diciembre. El final del año se acerca, y el tour «El amor 30 años después del amor” también llega a su fin. El público platense se preparaba para arder desde un buen rato antes. Entre cantos y silbidos, la euforia comenzaba a concretarse. La ansiedad entre los que ingresaron desde temprano era notoria, aunque para nada novedosa. La experiencia de un concierto de Fito Páez era algo con lo que la mayoría de los presentes ya estaba familiarizado. Según los relatos de los más veteranos, el clima que circulaba por el Estadio UNO era muy similar al recital que otorgó en el verano del ’92, en el marco del festejo de los 110 años de la capital bonaerense. Poco después del estreno, de lo que hoy es, el disco más vendido de la historia del rock argentino.
Tan sólo unos acordes bastaron para que el público estallara en gritos. Una multitud imparable. Ni siquiera los 30 grados impidieron los saltos que recibieron al primer tema de la noche: «El amor después del amor«. – Si ya te cansaste de leer este titular, no sigas porque se vienen más – Allí estaba él con su traje color violeta, que hace alusión a ese primer Vélez, para confirmar, o mejor dicho, reconfirmar la fidelidad de sus seguidores. El espectáculo continuó con una ola de himnos atemporales como «Dos días en la vida«, canción que cantó junto a la locutora Evelyn Botto, «La Verónica» y «11 y 6«, marcando el comienzo de un show que se prolongaría alrededor de dos horas. Todos fuimos parte de ello. Lo roles estaban definidos y eran muy claros. Los músicos desplegaron todo su talentos; el público, en una sincronía perfecta, respondió con una ovación alentadora.