Por Maxi Cronenberg – Clarín
Un hombre de pelo y barba de color blanco y naranja repleto de collares mira fijamente a la cámara. A su lado, hay otro hombre de ojos azules, lleva un turbante y posee una tupida barba naranja. El primero es de la India y el otro, de Cachemira. No se conocen, pero ahora conviven en un mismo lugar.
En otro sector, dos mujeres etíopes son captadas por la lente y esperan la llegada de sus amigas en un restaurant. Más adelante, unos niños refugiados palestinos juegan colgándose de un cañón rodeado de proyectiles en una tarde cualquiera en el Líbano, sin tener consciencia de que una nueva tragedia podría estallar.
Retratos y más retratos a puro color y de todo tipo, de hombres, mujeres y niños. También hay paisajes naturales y desastres que ha provocado la humanidad. Escenas de la vida misma, de coraje y supervivencia en los siete continentes y rituales religiosos en Asia y Medio Oriente sin olvidarse de la “niña afgana”, la mujer que lo catapultó a la fama mundial.
De eso se trata Icons, la muestra de fotografías del consagrado Steve McCurry que acaba de inaugurarse en el Pabellón Frers de La Rural y estará abierta al público hasta el 19 de marzo.
Icons es una retrospectiva de todos los proyectos del multipremiado fotógrafo estadounidense durante unos cincuenta años de trayectoria.
McCurry, de 72 años, no se considera artista ni reportero gráfico, sino un storyteller: desde los 25 se dedica a contar historias a través de sus fotografías que se convirtieron en icónicas con el paso del tiempo, de las cuales, muchas de ellas fueron tapa en prestigiosas revistas internacionales. También ha publicado una veintena de libros.
Hay 110 instantáneas a gran escala en La Rural. “La selección comprende la fotografía más famosa más un centenar de imágenes que he seleccionado junto a Steve», cuenta la italiana Bibi Giacchetti, curadora de la expo y amiga personal de McCurry.
Tras haber pasado por Madrid y Lisboa, Buenos Aires tiene el privilegio de ser el tercer punto de desembarco de esta muestra internacional. Además, es la única que habrá en Sudamérica, por lo que la muestra de McCurry le aporta mayor calidad a la nutrida oferta cultural que tiene la ciudad.
“El público argentino es muy receptivo, es muy consumidor cultural. Esto lo puedo decir por la música, por el teatro, por el movimiento off teatral que hay, por el movimiento de la gente que convoca las distintas muestras”, explica a Clarín Daniel Grinbank, el productor que trajo las muestras de Van Gogh y Banksy a la Argentina. Entre las dos convocaron a unos 450.000 visitantes en 2022. Ahora, apuesta por la megaexpo de McCurry que seduzca a multitudes.